viernes, 7 de octubre de 2011

El pájaro azul, cuento oriental


Cuentan que, en la antigua India un rico marajá recibió la visita de un sabio que le habló de la existencia de un pájaro azul que otorgaba la felicidad a quien lo encontrara. Sin dudarlo, abandonó su palacio y recorrió medio mundo en busca de tan preciada ave. Pasaron los años y decepcionado por lo negativo de su búsqueda regresó a palacio, pensando que aquel sabio le había engañado.
Días después, viendo al pájaro azul en un sueño, regaló sus palacios y todas sus posesiones y nuevamente fue mundo adelante en busca de lo que ahora sabía certeramente que existía. Nuevamente pasaron los años sin éxito en la búsqueda, por lo que ya anciano y moribundo regresó a su ciudad para morir en ella.
Pasando cerca de su antiguo palacio, sus nuevos dueños lo reconocieron y por caridad le dejaron pasar la noche en el sótano. Al amanecer el anciano despertó en la soledad del sótano y, viendo que su vida llegaba a su fin, a punto de exhalar su último suspiro, percibió un hermoso canto de ave y un suave resplandor que le hizo voltear su cabeza hacia lo profundo del recinto. Y entonces las lágrimas brotaron de sus ojos al encontrar, por fin, lo buscado. Allí, en lo más profundo del sótano, donde nunca había bajado durante su estancia en palacio, se encontraba un hermoso pájaro azul silbando un melodioso canto.

3 comentarios:

  1. La historia es excelente y brinda una visión real de la felicidad, a veces la poseemos y nos resistimos a aceptarla simplemente porque no la percibimos

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  2. Gracias amigo/a por tu comentario. Efectivamente, creo que hay que estar atentos a cualquier señal que nos brinden. Un gran abrazo.

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  3. Asi es,el tesoro del pájaro azul lo tenemos en nuestras narices y lo desechamos,maltratamos ylo borramos completamente.Ese pájaro azul puede ser un esposo,un amigo, nuestros sentidos.Que maravilloso es ver la lluvia caer,una luna llena,el resplandor del sol,un crepúsculo o un amanecer..Lindo y autentico.Marianella.Un gran abrazo para todos esos pajaros azules que lean esta humilde nota.


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