miércoles, 9 de mayo de 2012

Con la imaginación cambia lo negativo en positivo



Lo primero, en la mañana, imagínate tremendamente feliz. Sal de la cama sintiéndote muy contento, radiante, burbujeante, expectante, como si algo perfecto, de un valor infinito fuera a ocurrir hoy. Sal de la cama en un estado muy positivo y esperanzador, con la sensación de que este día no va a ser ordinario, que algo excepcional, extraordinario, está esperando por ti; algo que está muy cercano. Inténtalo y recuérdalo una y otra vez a lo largo del día. En el transcurso de siete días verás que todas tus pautas, todo tu estilo, toda tu vibración ha cambiado. Cuando te vayas a dormir por la noche, imagina simplemente que quedas en manos de lo divino… como si la existencia te estuviera apoyando, como si estuvieras en su regazo mientras te quedas dormido. Lo único a tener en cuenta es que tienes que seguir imaginándolo y dejar que llegue el sueño, a fin de que la imaginación entre en el sueño; las dos cosas se superponen. No te imagines nada negativo, porque si las personas que tienen una capacidad imaginativa imaginan cosas negativas, éstas empiezan a ocurrir. Si piensas que te vas a enfermar, te enfermarás. Si piensas que alguien va a ser brusco contigo, lo será. Tu propia imaginación creará la situación. Por tanto, si viene una idea negativa, cámbiala inmediatamente a un pensamiento positivo. Dile no. Abandónala inmediatamente; deséchala. En el término de una semana empezarás a sentir que te estás volviendo muy feliz sin motivo alguno en absoluto. De las meditaciones de Osho