Lo primero que yo pido a mis alumnos al empezar la clase es que olviden el mundo exterior y solo se concentren en lo que vamos a empezar, este es nuestro propio mundo y le vamos a intentar disfrutar...
Pondremos siempre la lengua pegada al paladar y asi la mantendremos hasta que la clase termine, con esto lo que hacemos es armonizar el Yin y el Yang.
Recordad siempre que los bebes tienen siempre su lengua pegadita a su paladar, es una postura que olvidamos al hacernos mayores ya que cerramos nuestras entradas de energía sin querer.
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